Pues resulta que una ocasión llegó a su casa y se dispuso a calentar de comer para ella y para el perro, colocó dos sartenes en la estufa y a fuego lento, para despúes servir la comida.
Muy atenta ella, primero le dio de comer a su mascota, acomodó su plato y lo llevó al patio para que el perro saciara su hambre.
Cual ha sido su sorpresa al ver en su plato, desperdicios de pollo con tortillas, un huacal mi bonito y completo, un poco de arroz y tortillas, así es, le habia dado su comida al perro y ella se sirvió lo de su mascota...
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